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martes, 1 de febrero de 2011

MATRIOSKA , historia de una familia numerosa .

Había una vez un virtuoso carpintero ruso llamado Serfuei, que se ganaba la vida tallando los más hermosos objetos de madera: instrumentos musicales, juguetes... Todas las semanas, se enfrentaba al frío del bosque par buscar madera y así construir nuevos objetos. La mañana que le tocaba salir para recolectar material, se encontró todo el campo cubierto de una gruesa capa de nieve. La noche había sido cruenta, y el carpintero rezó para que la fortuna le sonriera, Sin embargo, toda la madera que encontraba en su camino estaba húmeda, y tan sólo le servía para calentarse al fuego.

Abatido por el cansancio, decidió retornar a su hogar y probar suerte al día siguiente. Cuando se disponía a dar media vuelta, le llamó la atención un bulto qué sobresalía de un árbol. Al acercarse, comprobó que se trataba de un trozo de madera espléndido, el más bello que había visto en su vida. Presto como el rayo, regresó a su estudio, pero tardó varios días en decidir qué tallar. Finalmente, se decidió e ideó una preciosa muñeca.
Era tan bonita, que convino no venderla sino que dársela para que le hiciera compañía.
"Te llamaré Matrioska", dijo a la inerte figura. Cada mañana, al levantarse se dirigía a su única compañera: "buenos días, Matrioska". Un día ésta le respondió: "buenos días, Serguei". El carpintero se sorprendió, pero en vez de sentir miedo, se sintió feliz por tener alguien con quien hablar.

Al tiempo, el carpintero percibió que Matrioska estaba triste y le preguntó qué le ocurría. Ésta le contestó que veía cómo todo el mundo tenía un hijo o hija, y que ella anhelaba tener uno. "Tendré que abrirte y sacar madera de ti, y eso será muy doloroso", le  contestó Serguei. A lo que ella le replicó: "En la vid, las cosas mas importantes requieren de pequeños sacrificios". Y ni corto ni perezoso, éste talló una réplica, mas pequeña, y la llamó Trioska. Ya no se sentiría sola.

Pero el instinto maternal se apoderó también de Trioska y Serguei accedió a que ésta también tuviera una hijita. Esata vez se llamaría Oska. Pero Oska también quería descendencia. El carpintero comprobó que apenas quedaba madera dentro de Oska, como mucho podría haber una muñequita más. Tras reflexionar, talló un muñeco diminuto - al que bautizó como Ka - con bigotes, lo puso frente al espejo y le dijo: " eres un hombre no puedes tener hijos "

Entonces, metió a Ka dentro de Oska. A Oska dentro de Trioska y a Trioska dentro de Matrioska. Un día misteriosamente, Matrioska desapareció con toda su familia dentro. Serguei quedó desolado.

Cuento ruso escrito por Dimiter Inkiow , un poeta búlgaro ( sin embargo, las Matrioskas tienen su origen real en Japón , "pero esta es otra historia, que contaremos otro día" )

MARINOSKA Y ANGELOSKA

2 comentarios:

  1. PRECIOSO CUENTO O LEYENDA, yo tuve unas de maderita con las que han jugado mucho los nenes y se rompieron pq se bañaron con ellas, pero no sabía que la historia de éstas era tan bonita aunque no me fijé si la última era chico...

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